Le sacaron a los pibes/ dicen que no es buena
madre/ le sacaron a los pibes/ por las cosas que escucharon que hacía…
No sé si habría
recomendado Berlín de no ser por la conversación que tuvimos. A esta altura lo
quiero, pero por bastante tiempo me legó un sabor híbrido, raro, abierto, inconcluso.
Gris, tenso. Opresivo. Horrible, bah. La fórmula indica que, sobre todo al
principio, los discos recomendados deben ser efectivos. En algún punto, no
dejar dudas (las fórmulas son simpáticas, no están mal cuando no son tomadas muy
en serio). Hoy, Berlín –sobre todo algunos temas particulares: 2, 5, 6, 8…– me reporta
placer y más. Ojalá algún día te pase/estés en Alemania y te pase.
A lo que voy es
que de Lou para mí es New York y (obviedad) el homónimo de la Velvet. De Neil
tal vez On the beach, aunque todo. Todavía no hablamos de que es dueño de un
cariño con coronita en mi mapa. Una vez lo escuché a Yorke describirlo
-estrellado de admiración- como una fuerza de la naturaleza. Hace un
cover de “Well, I dreamed I saw the nights in armour…” muy frágil, como es de esperarse.
Igual, no hay quién no diga algo
semejante, y ¿si lo dicen qué?, diría Casas. Yo, en definitiva, digo que tengo
unos 6 o 7 discos suyos en casa, uno acústico doble, todo presto a girar. Quedás
invitada en este solemne acto.
Y yo soy el chico-Agua/ el juego verdadero/ no va
por ahí/ igual/ tengo un manantial en el cuore/ algo brota…
Terminé Linaje,
no me gustó. Creo que lo terminé por corto. Una vez más estamos de acuerdo, hay
que salir de la narrativa contemporánea argentina por, por lo menos, dos
libros. Igual empecé Las teorías salvajes. Apuesto a que me dure poco, en dos
páginas le medí el aura y no creo que lleguemos a hacernos muy amigos. Qué va. Aguante
T. S. Eliot.
En Linaje los
personajes se drogan, duermen en fiestas, no duermen en sus casas, se venden
por dinero, se destruyen porque sí. Hace rato que dejé de verle a ese circo el
atractivo. Habría que hablarlo personalmente. Curiosamente, no dista demasiado de
la decadencia que habita Berlín: girones de gente, paranoica y claustrofóbica en
simultáneo. Sí dista un abismo la calidad artística. Yo, qué decirte: los
cagaría a patadas en el culo, les dan la vida y se la pasan moqueando en
rincones mugrosos. Salgan al sol, revienten…
Miro fotos viejas/ pienso que podría ser la Reina
de Escocia/ la miro y creo ver en ella algo REAL/ cuánto podemos equivocarnos a
veces…
A todos los
hombres y mujeres, al final, les pasa lo mismo. Se modifican dos o tres
variables insignificantes. Lo peor es que nos tomamos en serio, nos frustramos
como si todo fuera en serio. Benditas horas previas a la salida del Yo, ya te
escuché decirlo: ¿hay otra gloria que la de ser uno más?
En correspondencia con Anita, Febrero '19.