miércoles, 23 de diciembre de 2009

Arturo Belano


Laura Jáuregui, Tlalpan, México DF, enero de 1976. De todas formas siempre estaba más o menos al tanto de lo que hacía Arturo, y yo pensaba: pero qué imbecilidades se le pasan por la cabeza a este tipo, cómo puede creerse esas tonterías, de pronto, una noche en que no podía dormir, se me ocurrió que todo era un mensaje para mí. Era una manera de decirme no me dejes, mira lo que soy capaz de hacer, quédate conmigo. Y entonces comprendí que en el fondo de su ser este tipo era un canalla. Porque una cosa es engañarse a sí mismo y otra muy distinta es engañar a los demás. Todo el realismo visceral era una carta de amor, el pavoneo demencial de un pájaro idiota a la luz de la luna, algo bastante vulgar y sin importancia.
Pero lo que quería decir era otra cosa.

Simone Darrieux, rue des Petites Écuries, Paris, septiembre de 1977. Y hacía algo todavía más chocante que escribir en los márgenes. Probablemente no me lo crean, pero se duchaba con un libro. Lo juro. Leía en la ducha. ¿Que cómo lo sé? Es muy fácil. Casi todos sus libros estaban mojados. Al principio yo pensaba que era por la lluvia, Ulises era un andariego, raras veces tomaba el metro, recorría París de una punta a la otra caminando y cuando llovía se mojaba entero porque no se detenía nunca a esperar a que escampara. Así que sus libros, al menos los que él más leía, estaban siempre un poco doblados, como acartonados y yo pensaba que era por la lluvia. Pero un día me fijé que entraba al baño con un libro seco y que al salir el libro estaba mojado. Ese día mi curiosidad fue más fuerte que mi discreción. Me acerqué a él y le arrebaté el libro. No sólo las tapas estaban mojadas, algunas hojas también, y las anotaciones en el margen, con la tinta desleída por el agua, algunas tal vez escritas bajo el agua, entonces le dije por Dios, no me lo puedo creer, ¡lees en la ducha!, ¿te has vuelto loco?, y él dijo que no lo podía evitar, que además sólo leía poesía, no entendí el motivo por el que él precisaba que sólo leía poesía, no lo entendí en aquel momento, ahora sí lo entiendo, quería decir que sólo leía una o dos o tres páginas, no un libro entero, y entonces yo me puse a reir, me tiré en el sofá y me retorcí de la risa, y él también se puso a reir, nos reímos los dos durante mucho rato, ya no recuerdo cuánto.

Xosé Lendoiro, Terme di Traiano, Roma, octubre de 1992. Hasta aquí llega la poesía, esa mala pécora que me ha acompañado a traición durante tantos años. Olet luceram. Ahora sería conveniente contar dos o tres chistes, pero sólo se me ocurre uno, así, de pronto, sólo uno, y para mayor inri de gallegos. No sé si ustedes lo saben. Va una persona y se pone a caminar por un bosque. Yo mismo, por ejemplo, estoy caminando por un bosque, como el Parco di Traiano o como las Terme di Traiano, pero a lo bestia y sin tanta deforestación. Y va esa persona, voy yo caminando por el bosque y me encuentro a quinientos mil gallegos que van caminando y llorando. Y entonces yo me detengo (gigante gentil, gigante curioso por última vez) y les pregunto por qué lloran. Y uno de los gallegos se detiene y me dice: porque estamos solos y nos hemos perdido.


Roberto Bolaño - Los detectives salvajes.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo.

Tengo que empezar a ser más vano para empezar a ser más feliz.

domingo, 15 de noviembre de 2009

By the gate there's a young man watching the snow fall

Hoy me vi solo de nuevo.

Había una calle vieja de Londres gris recortando el cielo y una reja y una bicicleta.

Y en el fondo yo y los peldaños de cemento.

El universo gira en espiral (y sus estrellas brillan más o menos acorde a cómo les da la luz desde mi punto de vista), y yo estoy sentado en mis peldaños grises de este paisaje que aunque me rodea me es ajeno.

No se aleja caminando una mujer por el medio de la calle desierta, acrecentando el infinito repetir de las líneas en blanco.

Me rodea un mundo tan solo como yo, tan carente de vida como yo.

Quizás mañana llegue una presencia que estalle todo en colores.

Hoy, todo es inerte e incierto.

La bicicleta sugiere bosques de árboles y de olores y de luz que rompe suave, que corona hasta la eternidad.

Pero esos paisajes sólo se multiplican en mi mente y aunque nada me impide levantarme todo sigue inerte.

Si existiera el contacto, todo sería menos puro.

Sin embargo, no puedo calmar el palpitar en las yemas de los dedos, el tifón que desde lo más profundo de lo salvaje esboza el contorno de una presencia que desgarra la calma con ecos del clamor ahogado de mi nombre.

Ahora empieza a nevar, pero no necesito probar para saber que la puerta que duerme a mis espaldas está desde siempre cerrada.

19-10-09

martes, 3 de noviembre de 2009

Everything is broken

there is a loneliness in this world so great
that you can see it in the slow movement of
the hands of a clock

The Crunch, Charles Bukowski.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Romeo banished

¿Cómo pensarte
evitando que te veas
cristálida contra el mar,
rota en luz ante el fuego en la noche,
escrita de una pluma roja
en el libro de mi alma?

El pájaro muerto
ya no puede construir
un nido donde acurrucarse
la noche de la tormenta
de tu recuerdo.

Ahora sólo sueño durmiendo
sobre su tumba
la tumba de lo que fuimos
la tumba que cavó tu última sonrisa
soñada en esta tierra que tiembla.

Me levanto y no tengo destino
pero aún así
creo poder completar, en silencio
esta tragedia hecha de viento.

Pensarte es todo lo que tengo
y es todo lo que soy.

Pensarte
Pero cómo, si yo, pájaro muerto
cómo, si yo, sangrando mis plumas,
hojas doradas en este otoño de gritos ahogados.

domingo, 2 de agosto de 2009

I disappear in your name

Qué haré con el miedo, Señor. Qué haré con el miedo de no ser Alejandra.

Camila Urioste, en su Diario de Alicia.

domingo, 12 de julio de 2009

Se llenan de mentira las noches

La individualidad se paga con soledad.
(El arte no deja de mentirme utopías).

sábado, 27 de junio de 2009

¿Ficción?

Si esta noche tuviera alas,
Se quedaría junto a nosotros
En suave intento por recibir
Un poco del fuego
Que estalla de este aroma
A leña despedazada

Y a pasiones
Como armonías de una música
Insondable.

No digas nada.
En tu susurro
Me hago viento.

Esta quietud me enseña
Sobre mí
Lo que nunca podré encontrar
Buscando.

Entonces... dame quietud
Dame la primera hoja del otoño
Buscando tu mano,
Mi mano buscando tu mano,
Besos a contraluz.

Dame néctar.

Extasiarme recordando
El sabor de la fruta
Única.

Saberme
total.

Libertad, pienso,
Es sólo poder abarcarte con toda el alma.


martes, 28 de abril de 2009

Hoy que no me sale ni dormir

Y todo está tapado y es más o menos idea… hasta que, aunque bien sabés que una concentración casi sólida de angustia en el centro del cuerpo y de la vida reprime tu sueño hace dos días, y aunque vas a tratar de olvidar al corazón siendo desgarrado en violento insomnio por las macabras ilusiones de siempre, imposible y absurdo resulta rehuir de las ‘reales’ lagrimas que ahora caen y del pecho que ahora ‘realmente’ se contrae en desesperado espasmo.


Hoy, el sueño me despierta despiadadamente del letargo, alumbra inclemente una realidad que hace mucho veo acercarse amenazante y hace mucho niego como mecanismo de defensa. Minúsculo soy ante estos colosos de humo que a fuerza de verdad me devoran y me liberan…


Menester es mirar fijo a los ojos al vacío y saberse intrínsecamente perdido y perdedor, sentirse respirar verdadero miedo, querer correr pero no tener a dónde ni a quién, asumirse sin punto de fuga y entenderse plenamente solo.


Sólo entonces se está más cerca del ser, y de la nada.


When you’re down is where you find yourself
When you drown there’s nothing else
If you’re lost you’ll need to turn yourself
Then you’ll find out that there’s no-one else


To make the moves that you can do
When you fall from grace your eyes in blue
Your every breath becomes another world
And the far horizon’s living hell


Take a breath

A deep breath now


David Gilmour – Take a Breath.


viernes, 17 de abril de 2009

miércoles, 18 de febrero de 2009

La búsqueda

El nuevo nombre, es, obviamente, una meta, una declaración de intenciones: no se trata de poseer la verdad, sino buscarla, perseguirla, defenderla, vivir siempre con ella. La vida debería ser una constante búsqueda de la verdad, un viaje en el que a diario desvelamos pequeños fragmentos de esta múltiple, cambiante, brillante ἀλήθεια.

"Lo que su mente ha hecho al pensar no es pues sino algo así como un desnudar, descubrir, quitar un velo o cubridor, re-velar (= desvelar), descifrar un enigma o jeroglífico. Esto es lo que significaba en la lengua vulgar el vocablo a-létheia —descubrimiento, patentización, desnudamiento, revelación."

José Ortega y Gasset

"Rather than love, than money, than fame... give me truth."

Henry David Thoreau


sábado, 17 de enero de 2009

The lukerwarm

La sumersión en lo más profundo del hombre suele dar a las creaciones literarias y artísticas de nuestro tiempo esa atmósfera fantasmal y nocturna que sólo se conocía en los sueños. Tanto los escritores como Kafka, Julien Green, Faulkner o Dostoievsky, como en pintores como Chagall, Chirico y Rouault se siente esa nocturnidad. Es que se ha descendido por debajo de la razón y de la conciencia, hasta los oscuros territorios que antes sólo habían sido frecuentados en estado de sueño o de demencia. ¿Cómo ha de llamarnos la atención que estos artistas nos den a menudo un mundo de fantasmas en lugar de aquellas figuras "reales", bien delineadas, táctiles y diurnas del arte burgués?
Y a este descenso corresponde un nuevo tipo de universalidad, que es el del subsuelo, de esa especie de tierra de nadie en que casi no cuentan los rasgos diferenciales del mundo externo. Cuando bajamos a los problemas básicos del hombre, poco importa que estemos rodeados por las colinas de Florencia o en medio de las vastas llanuras de la pampa.
Pero no hay que confundir esta universalidad con aquella otra que había dado la ciencia: la de la razón y de los entes abstractos de la matemática. Esta otra universalidad es la que se obtiene, como quería Kierkegaard, mediante lo concreto e individual. No es la universalidad de la razón, sino la de la sinrazón.
El alzamiento del hombre contemporáneo contra la tiranía racionalista comienza en las Notas desde el subterráneo. Su héroe, detrás del cual se oculta muy visiblemente el autor, nos dice: "La razón, caballeros, es una buena cosa, eso es indiscutible; pero la razón no es más que la razón y sólo satisface a la capacidad humana de razonar, en tanto que el deseo es la manifestación de la vida entera, es decir, de toda la vida humana, incluyendo la razón y todas las comezones posibles... Que el hombre tiende a edificar y a trazar caminos, es indiscutible. Pero, ¿por qué se muere también hasta la locura por la destrucción y por el caos?... Reconozco que dos y dos son cuatro, es una buena cosa, pero de eso a ponerlo por las nubes... ¿Cuánto mejor no es esto de dos y dos son cinco?".

Ernesto Sábato en Hombres y engranajes (1951)